Educación, ética y nuevo modelo, tres pilares en la gestión del Comandante General Fausto Tamayo

“Confío en ustedes compañeras y compañeros policías, la sociedad ha puesto en nuestras manos su seguridad, seamos dignos de esa confianza”, con esas palabras de su discurso en la Escuela Superior, durante el cambio de mando, el General Inspector Fausto Alejandro Tamayo Cevallos asumía formalmente su cargo como Comandante General de la Policía Nacional, dando inicio a una nueva etapa dentro de la institución guardiana del orden.

Su plan de trabajo se enfocará en tres acciones fundamentales: fortalecimiento del Nuevo Modelo de Gestión, con el fin que el policía llegue con su responsabilidad hasta el último rincón del territorio ecuatoriano; el otro eje es la educación, donde se priorizará el conocimiento para fortalecer los procedimientos que realizan los servidores del orden; y el tercer componente es la ética, para ello se continuará con la política de autodepuración, que desde hace dos años la realiza la Inspectoría General y que busca transparentar y dignificar la labor policial ante la comunidad.

El General Tamayo tiene 35 años de carrera profesional al servicio de la ciudadanía; ingresó a la institución uniformada el 30 de septiembre de 1978 y pertenece a la 43 promoción de Oficiales de Línea. Sus estudios los realizó en la escuela Hermano Miguel y en el colegio San Luis Gonzaga. Está casado con la señora Maritza Azucena Briones Pionce. Sus padres son: María Luisa Cevallos y Fausto Tamayo. Nació en Quito el 18 de enero de 1960 y proviene de una familia muy conocida en el arte de la música.

Un hecho importante en su vida como policía ocurrió el 16 de diciembre de 1993 cuando tenía el grado de capitán y se encontraba realizando el patrullaje fluvial en el río Putumayo, frontera con Colombia, sector en el que se planificó un control del tráfico de drogas. Durante esta labor fueron emboscados por alrededor de 300 integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el sector del río Colorado. Producto del enfrentamiento existieron varios muertos así como 14 policías, dejando además 2 desaparecidos y 11 heridos, uno de ellos el general Tamayo, quien resultó con una grave lesión que casi le provoca la pérdida de un ojo. Por la valentía demostrada al defender la dignidad y soberanía de nuestra patria, recibió la condecoración “Al Valor”, una de las más importantes dentro de la Institución. Para el Comandante General, este hecho es una muestra de la entrega que tiene el policía. “Todos los días los policías que entregan sus vidas en las calles del país deben ser calificados como héroes”, puntualizó.

Durante su vida policial ocupó los cargos de comandante de Manabí, Esmeraldas, Santa Elena, Guayas, Los Ríos y Galápagos; además de Director General de Inteligencia y Personal.

Gracias a su desempeño profesional fue designado asesor del Colegio Interamericano de Defensa en Washington DC., Estados Unidos, y efectuó cursos de equitación y antiterrorismo, así como varios seminarios de especialización en indagaciones policiales. /DNCE/M. Rojas