Madres sienten orgullo de sus hijos policías

Sus hijos decidieron ser policías, aunque sabían que era una profesión sacrificada y peligrosa, los apoyaron y hoy, en recompensa son testigo de sus éxitos dentro de las filas de la Institución.

María Gavilánez Pilco es progenitora del mayor Néstor Valencia. Cuenta, con emoción, lo orgullosa que se siente de su desempeño. “Cuando me encuentro con sus jefes me cuentan lo valiente y dedicado que es mi muchacho, eso me pone muy contenta, lo crié con disciplina y, sobre todo, puse todo mi esfuerzo en que sea honrado y tenga el don de servicio”, asegura.

Gavilánez agregó que todos los días ora por él. “A través de su trabajo él ayuda a los demás, hace que nuestro mundo sea mejor, nos mantenemos en permanente contacto pese a la distancia, él está laborando en Guayaquil y yo vivo en Riobamba”.

Lupe Córdova asistió a la ceremonia de ascenso de su vástago. “Pasa de Teniente a Capitán, mi Gino Zanzzi tiene 32 años de edad, somos oriundos de Milagro, sé que él es muy responsable y que responde positivamente en sus funciones. Cuando eligió ser policía me sorprendió porque estudió en colegio naval y sus hermanos son marinos, sin embargo, quiso ser gendarme y no dudé en apoyarlo”.

Azucena Guerra, madre del mayor Cristian Quintana, lo describe como un hombre muy correcto y responsable. “Como hijo es excepcional, no hay día que no nos comuniquemos por teléfono, siempre me cuenta lo que hizo en su jornada laboral, le aconsejo y se preocupa por mi bienestar, siento que he contribuido con la sociedad al darle una persona de bien al servicio de los demás”. /MDI/DNCE