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Suboficial mayor Raúl Hernández trabajó 36 años en la Policía Nacional

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En una ceremonia emotiva efectuada en Imbabura, se despidió el suboficial mayor Raúl Hernández Imbaquingo, luego de cumplir 36 años de servicio a la ciudadanía en la Policía Nacional.

La mañana del viernes 1 de septiembre del 2023, con la resolución No. 0971 firmada por el General de Distrito Fausto Salinas Samaniego, Comandante General de la Policía Nacional, cesó en sus funciones, tras servir a la sociedad ecuatoriana en varias provincias del país. La última plaza fue en la Zona 1, sus compañeros agradecieron su amistad y ejemplo de buen trabajo.

En la ceremonia se destacó su trayectoria que estuvo enmarcada siempre en el respeto, convicción y constante práctica de valores. El suboficial mayor agradeció a sus compañeros por caminar junto a él en la noble misión de servir y proteger. “Gracias a cada uno de ustedes por haberme acompañado tan de cerca y de manera tan efectiva; gracias por su entusiasmo, por su dedicación al trabajo, por su apertura al cambio, por sus aportes y por secundarme en tantas ideas, propuestas y proyectos que hoy vemos realizados”, fueron entre otras sus palabras.

Además, agradeció a su familia “quienes supieron comprender y apoyarme en esta carrera profesional. Mi homenaje a mis padres, a mi esposa mi compañera de vida Gladys Jácome, madre de mis queridos hijos” sostuvo. “La familia de un policía es la otra cara de una vida entregada a nuestra vocación de servicio público ¡Mil gracias!” exclamó.

Finalizó diciendo que todos los plazos se cumplen y “hoy me llegó el momento de despedirme, dejo un grupo de grandes amigos, y eso duele… ha sido un honor trabajar con un grupo talentoso y dedicado”, subrayó.

Comandante Zona 1

Por su parte, el coronel Byron Ramos Villarreal, Comandante de la Zona 1, durante su intervención se refirió a la larga y amplia trayectoria del servidor policial técnico operativo. “El camino fue largo y sin temor a equivocarme, en los primeros días del inicio de su carrera profesional, debió sentir “el temor a lo desconocido” como dice Robert Fisher en su obra “El caballero de la armadura oxidada”. Sin embargo, ese temor que sintió al inicio, al final, cuando ya llegó a la cima, a la cúspide de su trayectoria en la noble institución de la Policía Nacional, se convirtió en “una sobrecogedora sensación de bienestar”, recalcó.

“No nos queda más que agradecerle por su trabajo, su dedicación y esmero que con verdadera convicción y vocación de servicio entregó día a día a la ciudadanía en todas las provincias que trabajó. Ahora es tiempo de regresar junto a su familia, a quienes como todos los policías debemos mucho por su paciencia, comprensión y también días de sufrimiento. Es tiempo de disfrutar del cariño, del amor de sus seres queridos que desde hoy ya podrán contar con su importante presencia en su hogar”, concluyó, al tiempo de entregar una placa de reconocimiento a nombre del Comando de la Zona 1.

Además el suboficial mayor Raúl Hernández, sintió el homenaje de sus familiares, uno de sus hijos también oficial de Policía en el grado de capitán, expresó su orgullo y resaltó el buen ejemplo de su padre. A nombre de sus hermanos y demás familiares le entregó un presente que llevará en su corazón.(P. Meneses V.-SZImbabura/DNCOE)

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