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Policía Comunitaria se solidariza con adulto mayor y localiza a su familia

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Francisco Heliodoro Latorre Avendaño, con 61 años a cuestas, luego de un divorcio no consentido según nos cuenta, fue desalojado hace 19 años de la vivienda donde vivía con su familia y fue alejado de sus hijas, quienes en la actualidad tienen 31 y 26 años respectivamente.

La vida golpeó duramente a Panchito, como lo conocen sus amigos. Tuvo que dejar su trabajo en Quito luego de un asalto que comprometió su cabeza y brazo izquierdo. Para salvarle la vida se realizó varias operaciones, entre las que se incluyeron la colocación de una placa metálica y varios tornillos para reconstruir su cráneo. Su brazo quedó torcido por lo que se le dificulta en ciertos momentos realizar algunas labores.

Emigró a Guayaquil donde sobrevivió por más de 15 años como chambero. Hace 2 años, moradores de la ciudadela Kennedy le concedieron posada en una pequeña bodega dentro de un parque, a cambio de que realice trabajos de mantenimiento, jardinería y adecentamiento de esa área verde.

Semanas atrás solicitó a los miembros de la Unidad de Policía Comunitaria que colinda con el parque donde habita, que le ayudasen a localizar a sus hijas, pues la soledad esta pasándole factura a su espíritu y salud.

El capitán Krosby Riera, jefe del Circuito Kennedy, explicó que la labor que realizan los agentes del orden en las unidades de Policía Comunitaria va más allá de cuidar domicilios y de ofrecer el servicio del botón de seguridad. “Se trata de dar apoyo a los habitantes de cada sector, preocupándose por el bienestar, con el objetivo que todos gocen de un buen vivir”, aseguró.

Los uniformados conmovidos por su historia y con la autorización de sus inmediatos superiores utilizaron los medios tecnológicos con que cuenta la institución para ubicar a Blanca y Erika, hijas de Panchito. Conocieron que ellas actualmente están casadas y tienen hijos.

Con estos datos se ha dado un primer paso en el anhelado reencuentro de esta familia. Los policías de la Unidad de Policía Comunitaria ya han contactado a compañeros que laboran en Quito que se encargarán de visitar a sus hijas y darles a conocer que su padre desea volverlas abrazar. La recompensa de los uniformados será ver a esta familia nuevamente unida. / Min. Interior /DNCE /M. Rojas

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