Dios me dio la oportunidad de ser policía para ayudar a los mas vulnerables

Mirian del Roció Caicedo, hija de padre ibarreño y madre riobambeña, especializada en protección de niñez y adolescencia, ha trabajado 10 años como agente investigadora de la Dinapen en Napo, nos cuenta de la importancia del trabajo de la mujer policía en los albergues de Manabí y Esmeraldas.

“Ser madre policía es difícil, en ocasiones como esta nos toca alejarnos de nuestros hijos y es triste pero sabemos que es parte de nuestro trabajo”. Con esa frase empieza su relato Mirian quien con la nostalgia por no tener cerca a su familia nos cuenta como es actualmente el trabajo que realiza el personal femenino en los lugares de acogida.

Trabajo en los albergues

Su labor empieza antes de las 07h00 y culmina pasado las 22h00, sobre ella hay una gran responsabilidad pues estar al cuidado de un grupo tan numeroso de más de 700 personas implica de mucho tiempo y dedicación. Aquí existen dos grupos vulnerables como son los niños y ancianos quienes requieren de mayor atención. Junto a mis compañeras estamos siempre pendientes de todo lo que pasa en el albergue Divino Niño, lugar donde estoy designada, incluso de las personas que entran y salen del sitio ya que existen normas establecidas y debemos hacerlas respetar.

En estos días no ha existido mayores problemas, prácticamente convivimos con la gente, y sabemos de todas sus necesidades, la cuales tratamos de solventarlas con las demás instituciones a fin de brindar un servicio de calidad.

La mujer policía cumple dos roles

Ser madre y policía son dos sentimientos encontrados, mis hijos son los más importantes en mi vida pero también se de lo profesional que debo ser con mi trabajo, hoy estoy laborando aquí en Pedernales y lo debo hacer con el mismo profesionalismo que hasta ahora he realizado mi función. Hoy en día es más un trabajo comunitario ya que como policías debemos  dar soluciones a todo tipo de problemas incluso muchas veces debemos hacer las veces de psicólogas, mediadoras, etc. Pero lo más satisfactorio es recibir un “Gracias” o la sonrisa que se dibuja en el rostro de un niño. A la par debemos estar pendiente de nuestro hijos, aunque sea por teléfono el escucharles que están bien o recibir una fotografía me deja un poco tranquila.

Coordinación con otras instituciones

En estos días hemos visto gente preocupada y lógicamente su estado de animo no es el adecuado; pero es ahí donde articulamos el trabajo con funcionarios del MIES donde intervienen con su equipo técnico y dan solución a los problemas, de a poco todo esta regresando a la normalidad en este lugar. Sabemos que el trabajo en equipo no falla.

“Pienso que los hijos de los policías son bien maduros porque ellos tienen que aprender a vivir la ausencia de los padres, hoy por hoy debemos explicarles que nuestra ausencia es por venir ayudar a otros niños igual a ellos que necesitan de una mano amiga”

“Mirian ingreso a la Institución hace mas de una década, y es ahí donde conoció a su esposo Darwin Zambrano con quien ha procreado 3 hijos, Domenica de 7, David de 4 y Julian de 2 años de edad respectivamente, quien son su razón de vivir, indicó”. //Freddy Pichucho-DNCE.