DINASED esclareció caso de desaparición y muerte violenta en Quito

Tras reportarse la desaparición de Josselyn Daniela L. G., y su hijo Steven Bradley R. L., el pasado 25 de junio en la Ciudad de Quito, personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) tomó procedimiento, logrando no solo resolver la denuncia inicial, sino también esclarecer el crimen del cual fue víctima la mujer y deteniendo al presunto responsable del hecho. Todo en 48 horas.

La denuncia por desaparición de la mujer se receptó la mañana del viernes, después de que el niño de apenas un año y dos meses de edad fue encontrado por personal de la Unidad de Policía Comunitaria Pueblo Unido. El infante gateaba sobre la vía pública cuando los uniformados lograron divisarlo en medio de un patrullaje de rutina.

Inmediatamente reportado el hecho, los investigadores emprendieron un operativo de búsqueda y rastreo de la joven de 18 años. Se sostenía como hipótesis que pudo ser víctima de un delito, pues en las prendas de vestir de su hijo había manchas oscuras, que después de los análisis científicos pertinentes se verificó que se trataba de sangre. Sin embargo, el fluido marcado en las prendas no correspondía a Steven.

El Sector San Martín, donde se localizó al menor, fue explorado con la colaboración de 25 familiares y amigos de la mujer desaparecida. Finalmente, cerca del mediodía del sábado, el cadáver de Josselyn fue hallado en medio de los matorrales de un terreno baldío. El cuerpo presentaba 14 heridas cortopunzantes a la altura del tórax, además de muestras de estrangulación. La causa de muerte, según el informe médico legal, fue hemorragia interna.

Con el levantamiento de la occisa, las investigaciones por el asesinato iniciaron. Al cabo de unas horas, producto de varias diligencias, se determinó sospecha sobre el ex conviviente de la fallecida y padre del niño. Sergio David R. R. participó de la búsqueda, pero técnicamente se probó su responsabilidad sobre el crimen y se lo detuvo. Al verse descubierto, el sujeto confesó ser el autor del delito, entregó incluso el arma homicida y el celular de la víctima, mismos que fueron escondidos entre la vegetación del sitio donde yacía sin vida la joven. Una carta también fue fijada y levantada como evidencia./P5 Dinased/DNCE