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Supervisa la seguridad desde el ECU-911 sin descuidar su rol de madre

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Desde muy pequeña, Luvia Noemí Rivera Rivera sabía que un día, cuando fuera grande, tendría una profesión relacionada con el tema de la seguridad.

A los 8 años jugaba con sus primas, fingiendo ser policía, aunque también soñaba con tener su propio negocio.

A los 15 años, mientras estaba en el colegio, comenzó a sentir atracción por vestir el uniforme de la Policía Nacional. Después que finalizó los estudios secundarios, se preparó para ingresar al curso de la Policía en la Escuela de Tambillo (Quito), donde logró conseguir su meta de ser mujer policía.

Madre de dos niños

“Ser madre es un don que debe celebrarse toda una vida, porque es algo divino que impuso Dios en nuestras vidas”. Así lo entiende Luvia Noemí Rivera Rivera, de 34 años.

Ella actualmente ostenta el grado de cabo primero, producto de sus 13 años vistiendo el uniforme de la Institución policial.

Se caracteriza por ser una mujer de valores, por servir con dedicación a la ciudadanía, aunque a veces le toca tratar con personas de buena y mala conducta. Es oriunda del cantón Chaguarpamba, provincia de Loja; también es madre de dos niños, Antony y Jair Freire de 7 y 5 años respectivamente, quienes se han convertido en su mayor motivación.

Diariamente los guía y siempre trata de entablar contacto con ellos para enseñarles cosas positivas y exigirles que entre ellos haya respeto y sean buenos estudiantes. Cuando ha caminado por los pasillos de la escuela José María Estrada (Babahoyo), con el uniforme puesto y escucha que los demás niños les dicen a sus hijos: “Tu mamá es policía”, ella se siente orgullosa y se emociona.

Su lugar de trabajo

Luvia Rivera cumple las funciones de radio operadora desde haces 16 meses en las instalaciones del ECU-911 de Babahoyo. Considera que el papel de una madre ha crecido en todo los sentidos.

“Las mujeres de ahora nos hacemos respetar, valorar, y ocupamos espacios en la sociedad que antes nadie se imaginable”, agrega. A pesar de ser un trabajo único, donde ningún día es igual al anterior, por la cantidad de denuncias que se receptan desde las provincias de Los Ríos y Bolívar, siente que es corto el tiempo que tiene para ver a su familia.

Está comprometida sentimentalmente con Mario Freire, quien también es policía y padre de sus dos hijos. Lo conoció hace una década cuando estuvo trabajando en la ciudad de Latacunga.

Él la apoya en todas las decisiones que ella toma y aprovechan los ratos libres para pasar en familia y planificar viajes para librarse del estrés. El domingo 10 de mayo, ambos estuvieron franco y compartieron el Día de la Madre a manera de homenaje, junto a otros seres queridos, en el cantón San Miguel de Bolívar.

En los festejos, Luvia Noemí Rivera Rivera recibió, llena de emoción y gratitud, mensajes de felicitaciones y los regalos que le hicieron sus pequeños hijos. /MDI /DNCE

 

 

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