Conectate con nosotros

Comunicamos

Homenaje a los héroes del 28 de mayo de 1944

Publicada

en

Es preciso que tomemos conciencia de hechos fundamentales en la historia de nuestra institución; si no lo hacemos, estaremos a merced de los intereses y de las inclinaciones de quienes la escriben, cuestión que por sí misma no está mal, pues los historiadores recogen los hechos y lo que los actores han referido sobre su participación; sin embargo, con el mismo argumento y el derecho que tiene nuestra voz, la voz y la conciencia histórica policial, quiero referirme al 28 de mayo de 1944, fecha que enlutó a Carabineros del Ecuador y a sus familias, esa institución predecesora de lo que hoy somos.

Carabineros del Ecuador fue creada e instituida por el Gral. Alberto Enríquez Gallo. En esos primeros años, los hombres que la integraban eran hijos del rigor y de las limitaciones, por lo mismo austeros y disciplinados, herederos del honor de los instructores que los forjaron, oficiales de ejército que les imprimieron una personalidad recia, les infundieron el amor cívico a su Patria y a los valores que ella representaba.

Estos hombres no dudaron a la hora de defender su honor, el de sus familias, su Institución y desde luego de su nación, así lo hicieron ocupando la primera línea de defensa de la frontera en la invasión peruana del año 1941, nunca rindieron sus armas, prefirieron morir antes de humillarse frente al invasor; este comportamiento que honra la memoria de nuestros compañeros, no ha sido suficientemente recogido por la historia y se corre el riesgo que su heroísmo se pierda en el horizonte del tiempo.

No es sólo este hecho, hay momentos tan dolorosos en nuestra historia policial, que a más de olvidarse han sido distorsionados, por las miradas interesadas de las facciones políticas que descargan su ira y su odio en quienes tenían la difícil tarea de garantizar niveles mínimos de paz y seguridad social para la sobrevivencia y sostenibilidad del Estado ecuatoriano; por ellos levantamos la voz para decir nuestra verdad, tenemos la responsabilidad de rescatar el valor de nuestros hombres, de los Carabineros del Ecuador, por ello nos vamos a referir a su heroísmo, un heroísmo singular, de hombres que se forjaron para defender la justicia, el derecho y las instituciones, hombres cuya grandeza solo tiene comparación con la vocación que profesaban.

Los hechos suceden en la Presidencia del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, Gobierno Constitucional elegido democráticamente en las urnas, que desde un inicio fue objeto de todo tipo de conspiraciones de sus opositores encabezados por el Dr. José María Velasco Ibarra. Ya al término del periodo presidencial del Dr. Arroyo, los sediciosos lograron poner en marcha sus planes desestabilizadores de la democracia; conspiradores de toda facción, varios civiles y oficiales adictos al caudillo Velasco Ibarra, en la plaza de Guayaquil, iniciaron la sublevación.

El Teniente Girón, de la Escuela de Aviación, desconoció a sus propios jefes y los apresó -la conspiración fraguada en la provincia de El Oro, un año antes, tomaba forma- entregaron armas a las turbas soliviantadas por un discurso incendiario, confrontando a las clases sociales para hacerse del apoyo de los menos favorecidos por la fortuna, acusando de todas sus desgracias a las clases pudientes, pero como esto no era suficiente, utilizaron la reciente derrota militar, para enardecer más los ánimos.

La vileza de los complotados acusó injustamente a Arroyo de ser responsable del fracaso militar para defender la integridad territorial en el año 1941, y maliciosamente se identificó a la naciente institución Carabineros como una fuerza gubernamental, cuestión que siempre rechazaremos por la perfidia y maldad que tiene esa afirmación.Carabineros ayer y ahora la Policía Nacional se debe a la Nación y al Estado en su conjunto, nosotros no somos aliados ni nos alineamos a las facciones, defendemos el orden constitucional porque es un poder legal y democráticamente constituido por voluntad soberana de su pueblo, nuestro rol institucional nos impone defender la continuidad republicana, constitucional y democrática de nuestra nación.

En esa sublevación los complotados “en especial los militares alzados” los mismos que antes se exculpaban de la derrota militar contra el enemigo, ahora no dudaron en utilizar las armas en contra de sus hermanos,  las armas que no tenían municiones en 1941, ahora descargaban su artillería contra 300 hombres que defendían su vida, rodeados por una fuerza mayor, militares insurrectos parapetados en las gentes simples de un pueblo movido al odio por los facciosos.

Allí, ese 28 de mayo, desde las diez de la noche hasta las ocho de la mañana del día siguiente, dispararon sin cesar, ni siquiera respetaron la actitud valerosa de su Comandante, Teniente Coronel Ludgardo Proaño, quien ha rendido su cuartel para pedir el respeto de la vida de sus hombres, obteniendo como respuesta la metralla en su cuerpo. Nuestros hombres fueron sitiados e incinerados vivos. De ellos, dicen que sólo unos pocos escaparon. Son cerca de 300 hombres que murieron junto a sus caballos, la gente cuenta que el olor a carne quemada era intenso y entre las ruinas del cuartel encontraron a los carabineros y sus cabalgaduras reducidas y carbonizadas.

Hoy levantamos la voz para recordar el valor de nuestros hombres, nos pertenecen y tenemos el derecho de conocer sus nombres para honrarlos, para romper el silencio impuesto por varias generaciones, para enfrentar a quienes pretendieron cerrarnos los ojos y cambiar la verdad.

Queremos saber qué pasó con el Comandante Carbo y sus oficiales en la plaza de Riobamba, quién los asesinó y quién es el responsable de cambiar la historia, porque no referirse a ella con la honradez que reclama la verdad, también es esconderla.

Es nuestro deber levantar la voz, que nos escuchen los hombres en medio del fuego, que sepan que el calor de la hoguera solo terminó de fraguar una especie de hombres con convicciones indestructibles en defensa de nuestra nación.

General Inspector de  Policía (SP)

Juan Carlos Rueda Montenegro

Vicepresidente del INEHPOL

Click para comentar

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *