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Con cariño, paciencia y tenacidad, los policías fortalecen las destrezas de infantes con discapacidad

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Con sus pequeñas manos, Jessy Caicedo, de 4 años de edad, se aferra al lomo de uno de los caballos de la Unidad de Equitación y Remonta (UER) de la zona 8 de Policía. Él es uno de los 400 menores de edad que son atendidos con calidad y calidez por los servidores de la Institución que allí laboran, quienes los ayudan a superar sus discapacidades físicas y mentales.

Elizabeth Dávila, madre de Jessy, cuenta que su hijo tiene encefalopatía epiléptica, que antes de recibir equinoterapia, que es un tratamiento que busca rehabilitar el sistema neuromuscular, cognitivo, sicológico y social por medio del caballo como herramienta medicinal, no podía mantenerse erguido, debía sostenerlo porque si no se caía. Ahora, él mantiene la columna recta y puede sentarse solo.

El capitán José Barragán, subjefe de la UER de la zona 8, explicó que a más de controlar el orden público, la Unidad de Equitación y Remonta cumple con un servicio social, atendiendo a infantes que sufren de síndrome de down, autismo, entre otras enfermedades intelectuales y físicas, así como también para mejorar el estado de niños hiperactivos e hipertensos.

Isabel Ibarra es otra progenitora que ha visto cambios en su hija. Katerine Abad es ahora toda una jinete, hace piruetas sobre el animal como una profesional, al verla cabalgar nadie se imaginaría que fue víctima de una negligencia médica que redujo sus capacidades intelectuales y motrices al nacer.

Katerine no falta a las clases de equinoterapia, que se dan de forma gratuita de lunes a viernes de 9h00 a 12h00 y de 14h00 a 17h00, en las instalaciones de la UER. “Hemos venido durante tres años a las sesiones, han sido muy productivas porque ahora mantiene la postura adecuada, capta con mayor rapidez, reconoce figuras, pasa más relajada e incluso permite que el odontólogo trabaje en su boca sin problemas, cuando antes esto era imposible”, resaltó la madre.

Procedimiento

Barrero indicó que cuando un niño o niña llega por primera vez, se analiza su historial clínico, se registra esta información y se evalúa el tratamiento que se va a ejecutar con el infante acorde a lo que necesita. Luego, los policías a cargo de las terapias guían a los animales en el recorrido por el área verde que toma aproximadamente 20 minutos.

Durante este tiempo se aprovecha la transmisión del calor corporal del cuerpo del caballo a la persona, la de impulsos rítmicos y el movimiento tridimensional provocando en los menores de edad el incremento de la motivación, estimulando su afectividad, mejorando su atención y concentración, mejorando la sensibilidad táctil, visual, auditiva y olfativa, e incrementando su capacidad de independencia.

Si algún miembro de su familia necesita este tipo de asistencia gratuita puede llamar al número 267-62-51 o acudir a las instalaciones de la UER ubicas en el Club La Herradura, ubicado en el cantón Durán, donde será atendido con calidad y calidez. Redacción MM/ Guayas/ MDI- DNCE

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