Un grupo de 57 oficiales de la Zona 8 de Policía ascendieron a un nuevo grado.

El Comandante de la Zona de Policía No. 8, presidió el viernes 4 de abril a las 10:00, la ceremonia de ascensos de un grupo de 57 servidores policiales pertenecientes a quincuagésima primera, sexagésima, sexagésima quinta y septuagésima promociones de oficiales de línea.

Los ascensos al inmediato grado superior se cumplieron de conformidad a lo dispuesto mediante Decreto Ejecutivo y Acuerdo Ministerial,  que recoge las disposiciones emitidas por el Presidente de la República, Eco. Rafael Correa Delgado y el Ministro del Interior, Dr. José Serrano Salgado.

Con la aplicación del decreto la Zona de Policía cuenta desde este 4 de abril con siete nuevos coroneles, entre ellos Cicerón Augusto Sandoval Chávez, Comandante Distrito Esteros; Paolo Germánico Antamba Cevallos, Coordinador de la Policía Comunitaria de la Zona 8; Roosevelt Efrén Campos Hinojosa, Jefe del Departamento de Criminalística, Orlando Javier Jácome Tello. Jefe Recinto Penitenciario; Marco Vinicio Villegas Ubillús. Jefe de la Central de Radio; Guido Horacio Tapia Coronado, Comandante del Distrito Progreso; y, Edwin Roberto Viteri Calderón,  Comandante del Distrito Samborondón.

Luego fueron ascendidos al grado de mayores 9 oficiales pertenecientes a la sexagésima promoción; 15 oficiales al grado de capitanes pertenecientes a la sexagésima quinta promoción, y, 28 al grado de tenientes pertenecientes a la septuagésima promoción.

El Crnl. Augusto Sandoval Chávez, en representación del personal ascendido en su discurso señaló “ahora estamos aquí, tras el paso inexorable del tiempo, enfrentando nuevos escenarios dispuestos a vencer los desafíos institucionales con la misma emoción y fuerza del novel oficial que esgrimiendo su sable sura ante el lábaro patrio…respetar la constitución, defender la sociedad y honrar la institución aún a costa de su vida si nuestro deber así lo exige.

De su parte el Gral. Guillermo Balarezo Ortíz, pronunció el siguiente discurso:

“Estamos aquí reunidos para celebrar el ascenso de un grupo talentoso de señores coroneles de policía que a lo largo de sus carreras profesionales han contribuido para alcanzar la nueva visión de la policía, marcada en el nuevo modelo de gestión  y de un grupo de señores oficiales jóvenes que deberán transitar por el camino que les ha trazado el destino que constitucionalmente les han sido determinados desde el momento en que ingresaron como cadetes en la Escuela Superior Alberto Enríquez Gallo.

En el marco de la ceremonia solemne que hemos sido testigos en la cual se ha conjugado las acciones que trasciende y redime al hombre en los valores éticos y morales, quiero antes de entrar en detalles de lo que representa un ascenso rendir un homenaje póstumo  por todos los héroes policiales que con hombría de bien y en cumplimiento de su sagrada misión se nos adelantaron en el camino dejándonos sus recuerdos personales.

En esta parte de mi intervención pido a las autoridades presentes y a la familia policial a que se pongan de pie para  tributar un minuto de silencio en honor al Cabo Primero Hugo Alexander Pachacama Ayala, quien perdió su vida durante un enfrentamiento con el peligroso delincuente Manuel García  alias “Puiza”, el cuarto más buscado a nivel nacional, hecho lamentable ocurrido en el cantón Santa Ana provincia de Manabí.

Al inició de mi intervención señalaba que hoy es un día muy especial para los oficiales ascendidos, para sus familiares y para la institución policial, que ha sido testigo de las innumerables jornadas de trabajo, de las alegrías y tristezas, pero nada equiparable a la satisfacción que se siente del deber cumplido a favor de la comunidad, a la cual les ofrecemos el mensaje de paz, orden y Seguridad Ciudadana.

En esta importante ceremonia quiero felicitar los merecidos ascensos de los coroneles cicerón augusto Sandoval Chávez, Paolo Germánico Antamba Cevallos, Roosevelt Efrén Campos Hinojosa, Orlando Javier Jácome Tello, marco Vinicio Villegas Ubillús, Guido Horacio Tapia Coronado y Edwin Roberto Viteri Calderón, quienes desde sus distintas posiciones que cumplen en el Comando de la Zona de Policía No. 8, han sido el puntal para en el 2013, alcanzar  las metas propuestas por el mando institucional de reducir los niveles delincuenciales hasta un 15 por ciento comparado a lo sucedido en el 2012.

En este momento que nos llena de inmensa satisfacción y alegría, es mi deseo que la que la nueva insignia no sea otra cosa que la luz, la más luminosa que guíe vuestro desempeño público y privado por los senderos de la Ley y progreso humano y al mismo tiempo estoy convencido que la renovación del juramento que habéis hecho esta mañana, les compromete a servir en los lugares asignados con fe, sacrificio, abnegación y total entrega, entendiendo que la vida humana, por su propia naturaleza tiene que estar puesta al servicio de nuestra comunidad.

Finalmente es mi deseo dejar constancia de nuestro justo y sincero agradecimiento al Todopoderoso, a vuestras abnegadas esposas, queridos hijos y distinguidas familias, quienes de una y de otra forma son el soporte para que el uniformado policial se realice y cumpla la misión profesional, sobre vuestros hombros ha recaído nuevas responsabilidades con nuestra institución, con la sociedad y con la patria”.

Oswaldo Trujillo/Oscar Reyes/Richard Ramírez DMG DNCE