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Azuay

Las UPC devuelven la seguridad a los barrios cuencanos

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Los escándalos, riñas callejeras y delincuentes prácticamente han desaparecidos de los barrios en los que se han emplazado las nuevas Unidades de Policías Comunitarias, UPC, cuyos moradores aseguran que la tranquilidad y seguridad ha retornado a su comunidad.

Para Marco Gómez, del barrio Bosque de Monay, la presencia de la UPC cambió radicalmente la imagen del sector y devolvió la seguridad a sus moradores, quienes se han apoderado de los espacios que antes eran controlados por libadores, delincuentes y personas que molestaban a los transeúntes.

“La presencia policial fue fundamental para alejar a personas indeseables del barrio, de esta manera implementamos programas como la bailoterapia en la cancha de uso múltiple, además las personas se ejercitan desde tempranas horas o en la noche en los espacios verdes, sin temor de asaltadas”, indicó Gómez.

De igual manera, Gómez resaltó la labor de los policías del UPC para organizar a la comunidad e integrar a los vecinos a los diferentes programas de seguridad. “Prácticamente todo el barrio tienen activado los Botones de seguridad, asimismo se participa en las reuniones que se desarrollan en la UPC, en las que se exponen las inquietudes sobre seguridad y otras novedades”, agregó.

Colaboración

Similar concepto comparte Tomás López, morador de Miraflores, quien junto a su esposa se ejercita todas las mañana en el parque del sector donde se encuentra una nueva UPC.

“A mis 70 años regresé a ejercitarme en el parque, cosa que años atrás era imposible debido a la presencia de ebrio, delincuentes e incluso personas realizaban actos indecorosos. Ahora la realidad es otra, con la sola presencia de los policías estos personajes se han alejado y el lugar nuevamente es de los ciudadanos”, indicó López.

Para López, el mayor beneficio de contar con una UPC es saber que él, su familia y sus vecinos se encuentran protegidos y esto ha llevado a una mayor integración. “Es grato recorrer el parque y encontrarse con vecinos y amigos, a cualquier hora, antes por temor a ser víctima de la delincuencia no salíamos de la casa, pero todo ha cambiado positivamente”, agregó.

Miraflores es un sector en crecimiento, en el cual la presencia de la Policía Nacional abarca al sector recreativo, comercial y domiciliario, donde un alto número de moradores se ha integrado a los programas de seguridad que desarrolla la institución.

Trabajo conjunto

El teniente Juan Jaramillo, jefe de la Policía Comunitaria del Azuay, califica como exitosa la relación entre las Unidades de Policía Comunitaria y los barrios y comunidades en las que se encuentran, en gran medida debido al acercamiento de los uniformados a la ciudadanía.

El nuevo modelo de gestión de la Policía nos permite mantener una relación más estrecha con la comunidad, con la cual elaboramos en conjunto acciones preventivas en los barrios, así programas de seguridad en los que la participación ciudadana es fundamental, indicó Jaramillo.

Esta relación, de acuerdo a Jaramillo, permite que los ciudadanos miren al policía como su amigo y sobre todo como esa persona en quien confiar en todo momento. “Cada día son más las personas que acuden a las UPC para pedir colaboración o información sobre temas de seguridad, por lo que el compromiso de la Policía con la ciudadanía va en aumento”, acotó.

Actualmente Azuay dispone de 17 nuevas Unidades de Policía Comunitaria, 11 de ellas están ubicadas en Cuenca, mientras que las seis restantes se encuentran en Camilo Ponce Enríquez, Gualaceo, Nabón, Paute, Santa Isabel y Sígsig.

De las 11 UPC que dispone Cuenca, cuatro están emplazadas en el Distrito Norte y siete en el Distrito Sur, con la proyección a duplicar este número en los próximos meses.

Actitud

Pero el cambio no solo es de infraestructura, así lo considera Mariana Heras, moradora de la Ciudadela Tomebamba, quien señala que los policías recorren constantemente las calles y se detienen ante cualquier novedad.

“Tengo una tienda y frecuentemente los policías se acercan a preguntar si existe alguna novedad, incluso me pidieron la hora de cierre de mi negocio, para llegar en ese momento por cualquier eventualidad”, indicó.

Según Heras este tipo de actitud es la que demuestra un cambio por parte del accionar de la Policía al ciudadano. “Antes de que ubiquen la UPC la Policía tardaba mucho tiempo en llegar a la ciudadela, ahora su apoyo es inmediato, además siempre nos convocan a reuniones para tratar temas de seguridad”, agregó.

Sin duda la presencia de una UPC devuelve la seguridad a una comunidad, pero este trabajo logra mejores resultados si la ciudadanía se involucra en los programas que desarrolla la Policía, creando una cultura de seguridad con el objetivo de devolver la tranquilidad a toda la población.   /SZ Azuay/ DNCE/ M. Rojas

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