Clausuran primera fase del proyecto Sembrando Valores por un Quevedo Libre de Violencia y Delincuencia

El salón principal del Palacio Cristal lució un lleno total para la clausura de la primera fase del proyecto emprendido entre la Policía Comunitaria y los miembros de las iglesias evangélicas, que apunta a rescatar los valores humanos y cívicos en esta ciudad.

Cerca de 500 asistentes, entre autoridades policiales, civiles, religiosas, brigadistas, estudiantes y demás, enfocaron sus miradas hacia el escenario cuando el presentador anunció los testimonios de vida de tres personas.

El ex reo, Edison Vega; el padre de familia, Efraín Espinosa; y el Sargento Segundo de la Policía, Alex Chang; contaron cada uno cómo cambiaron cuando en distintas circunstancias escucharon hablar de que era posible cambiar, era posible ser mejores y que se podía moldear sus corazones y sus acciones.

El jefe del Distrito Quevedo, coronel Pablo Rodríguez, en su intervención precisó que la ceremonia de este jueves era el inicio perdurable que ha beneficiado mucho a la sociedad quevedeña, ‘porque esta ciudad se merece estar libre de violencia y delincuencia’.

El oficial superior recordó que el proyecto fue emprendido luego de analizar los factores delictuales, niveles de inseguridad y violencia que afectan al cantón, y no era nada halagador.

Admitió que esta ciudad tiene una de las tasas más altas de homicidios a nivel nacional, robos a personas, locales, casas, riñas, violencia interpersonal.

Esta situación evidenció que el trabajo policial no solo debe estar orientado a operativos policiales, urge trabajar en la prevención del ser humano.

‘Este proyecto justamente llega al corazón, a la prevención, a mejorar los comportamientos sociales de la colectividad’, sin embargo el alto oficial tiene bien puestos los pies sobre la tierra e indicó que sería iluso pensar que con el proyecto todo esto va a cambiar.

Por eso sugirió que los reales resultados del proyecto se los vería en tres o cuatro años consecutivos de una generación de trabajo mancomunado que impulse ideas comunes para mejorar el tejido social de la colectividad.

En cuanto al trabajo realizado durante tres meses señaló que el trabajo con los pastores ha sido excelente, pero se requiere que se involucren otras instituciones como los comités de barrios, unidades educativas, escuelas básicas, Dirección de Educación, de Salud y todos unidos por un mismo objetivo.

Mentalizador del proyecto

El jefe de la Policía Comunitaria, mayor Byron Liger, mencionó que el fin del proyecto ejecutado fue la identificación de los estudiantes problemas y la meta fue convertirlos en líderes positivos.

Enfatizó que con el arranque del proyecto en distintos sectores de Quevedo se dejó enraizado el programa de valores en la ciudad y aseguró que por eso el proyecto seguirá con él o sin él.

El mensaje a la ciudadanía es ‘que el hombre cuando necesita cambiar, el cambio está en el corazón, es decir animar a la gente para que continúe acudiendo a las UPC, los barrios y los parques en los que se ejecutó el plan’.

De su lado, el presidente de fraternidad de pastores evangélicos de Quevedo, Rolando Barzola, dijo que la comunidad cristiana aprovechó la oportunidad de la invitación que le hizo la Policía a participar y dar transmitir las charlas de valores.

Calificó de excelente el trabajo realizado con la Policía Nacional, pues eso permitió observarlos inmersos en los problemas de la sociedad y de esa manera puedan prevenir muchas cosas.

Inicios del proyecto

El proyecto arrancó el pasado 5 de septiembre y en el mismo se involucraron pastores, líderes de iglesias evangélicas, líderes barriales, policías de los circuitos y sub circuitos del Distrito Quevedo.

Se realizaron jornadas de capacitaciones, se proyectaron videos formativos y educativos, se dieron charlas por parte de los uniformados y se ocuparon los espacios como parques y canchas barriales con el fin de recuperarlos.

Además, hubo una feria de valores, la misma que se desarrolló en el exterior de la UVC, en la misma que también participaron estudiantes que acuden a los campos de acción educativa./ MDI/DNCE