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Actitud valerosa de servidor policial es reconocida por familia imbabureña

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“Su lealtad al trabajo, gran actitud y su buen comportamiento, puedo decir, me salvaron la vida”, fueron las palabras de Pedro Torres, de 55 años de edad, propietario de un predio ubicado en el sector de Pamba Hacienda, a pocos minutos del control integrado de Mascarilla, al referirse al servidor policial José Jiménez, que presta su servicio en este lugar.

Pedro Torres, recuerda que el sábado 22 de febrero, aproximadamente a las 16h00, mientras laboraba en su predio conduciendo un tractor agrícola, tuvo un descuido que le provocó una grave herida en su brazo izquierdo. Los huesos radio y cúbito se fracturaron y expusieron con fuerte sangrado. Solo una parte de su piel unía al brazo y antebrazo. Su esposa Susana Mieles (51) y su hija (26), quienes le acompañaban ese momento, montaron en angustia y desesperación al ver como se desangraba su padre. En el vehículo de su propiedad y víctimas de los nervios condujeron hasta el control de Policía ubicado en Mascarilla.

Con palabras emotivas, Pedro Torres se refirió a la actitud heroica del cabo Jiménez. Comenta que su esposa normalmente no conduce vehículo, pero ese día pudo llegar hasta el control policial. “Cuando llegamos al control de la policía, pudimos contactar con un miembro policial, que ahora sé que se llama José Jiménez, quien al ver mi condición su reacción fue inmediata y oportuna”, explica.

Fue impresionante la actitud del policía, sostiene, porque en forma instantánea tomó la decisión de conducir mi vehículo. Luego de avisar a sus compañeros, rápidamente empezamos el recorrido. “En el camino se comunicaba por teléfono y pedía la presencia de una ambulancia, mientras mi esposa y mi hija, se angustiaban”. Según el ciudadano, la presencia del policía fue como “un milagro” porque cada minuto que transcurría era crucial para su vida, explica. “En forma tan desprendida, el policía dijo yo les llevo”, esa actitud es la que valoro, manifiesta Pedro Torres.

La acción fue muy rápida y se dio tiempo de pedir a sus compañeros que avisaran lo sucedido y pidan una ambulancia. Gracias a esa actitud valerosa del policía, es que aún tengo mi mano, sostiene Torres.

Personas desprendidas y ágiles casi no se encuentran hoy en día, dice. “Estoy seguro que es un buen policía”, afirma el agradecido ciudadano.

La atención médica fue oportuna, pero si no se manejaba con la brevedad posible gracias al policía, hubiera perdido mi brazo. Ahora puedo decir “Dios le pague” al policía que me ayudó, “quedo muy agradecido, que esa voluntad de este policía se transcriba hacia los demás como un ejemplo”, finalizó.

Pedro Torres, a través de una carta enviada al Comandante de la Subzona de Imbabura, Coronel Byron Chávez, puso de manifiesto la actitud valerosa de este miembro policial y la de todos quienes hacen la Policía Nacional. Ahora se recupera satisfactoriamente, luego de haber atravesado por dos operaciones a la espera de otra posible intervención quirúrgica. Considera que en dos meses más estará en proceso de rehabilitación y, con optimismo dice que volverá a tener su brazo y mano con normal movimiento de sus articulaciones./P Meneses/M Villegas

 

 

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