320 uniformados que reforzarán seguridad permanente en nuevo CRS de Cuenca

La presencia de la Policía Nacional es permanente en el nuevo Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Cuenca. Al momento se encuentran más de un centenar de uniformados, tanto al interior como al exterior del centro, para garantizar la seguridad de las personas privadas de la libertad (PPL).

Esta tarde, la ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, acompañada del gobernador del Azuay, Leonardo Berrezueta; y el coronel Manuel Iñiguez, director Nacional de Seguridad Penitenciaria de la Policía, recorrieron las instalaciones del CRS conociendo las condiciones en las que se encuentran las PPL.

Zúñiga indicó que al momento alrededor de un centenar de uniformados custodian el CRS, pero desde el próximo viernes se integrarán 320 policías para reforzarla.  “La Policía Nacional ha ubicado patrulleros, motocicletas y una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) móvil a la afueras del centro, con ello la comunidad cercana al CRS también se sentirá segura”, agregó.

Capacitación

Por su parte el coronel Iñiguez resaltó el compromiso que ha asumido la Policía Nacional con el proceso de rehabilitación social que desempeña el Gobierno en todo el país, por ello considera que el aporte de la institución es fundamental.

“El nuevo CRS cuenta con todas las medidas de seguridad necesaria. Detector de metales, áreas adecuadas para visitas, máquinas que permiten observar si alguna visita intenta introducir algún objeto prohibido y un amplio sistema de video vigilancia, lo que facilitará el trabajo de la policía en el control”, señaló Iñiguez.

El oficial recordó que la presencia de los uniformados se mantendrá hasta que la capacitación de los guías penitenciarios termine. Recalcó que la seguridad en los exteriores del centro será permanente. Incluso se tiene prevista la construcción de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en la parroquia Turi, donde está emplazado el CRS.

Clausura

Previo al recorrido, los funcionarios visitaron las instalaciones de la vieja cárcel de la ciudad, donde se observó las condiciones en las que se encontraban cerca de 520 PPL, en un lugar con capacidad para 200 personas.

“Vivían en una situación inhumana, en un hacinamiento total, donde el proceso de rehabilitación era nulo. Por el contrario este tipo de cárceles se convertían en una universidad de la delincuencia. Esto ha cambiado con este Gobierno y este pasado nunca más volverá”, comentó Zúñiga.

Como una acción simbólica, para indicar que esta situación nunca más se repetirá, la ministra Zúñiga colocó el sello con la frase “Cerrado definitivamente, prohibido olvidar el oscuro pasado”. /Redacción Azuay-MDI-DNCE